5/9/18

Claves para un matrimonio feliz [5-9-18]

Claves para un matrimonio feliz

Claves para un matrimonio feliz

Tener una relación sólida basada en respeto, comunicación, amor y, sobre todo, deseo de luchar hombro con hombro para mantenerla viva y en crecimiento.

La mirada es el espejo del alma, y en el caso de Claudia y Nicolás basta con observarlos para convencerse de que tienen una relación sólida basada en el respeto, la comunicación, el amor y, sobre todo, en el deseo de luchar hombro con hombro para mantenerla viva y en crecimiento, a pesar de que ambos se desarrollan en ámbitos, en los que el tiempo puede ser su peor enemigo.

Claudia González, directora de relaciones públicas del Foro Económico Mundial, es una mujer triunfadora que ha sabido combinar su labor como mujer y como diplomática. No ha sido fácil, pero de la mano de su esposo Nicolás Gisiger, quien es compositor y trabaja para un importante canal de televisión en Ginebra, Suiza, ha podido descubrir que la felicidad y el éxito se pueden combinar en la vida real.

Sin perder la pista

Ella, nos cuenta cómo su esposo y ella han podido compaginar su relación y el hecho de ser padres, con su trabajo, para no descuidar ningún aspecto, puesto que todos son importantes.

• Una vez casados y con la decisión tomada de tener hijos, ¿cómo se adaptaron para poder proporcionarles el tiempo necesario?

Claudia: Mi trabajo como diplomática implica viajar mucho, estamos hablando de que sólo una vez a la semana pisaba tierra, pero cuando Nicolás y yo, decidimos que queríamos tener hijos, acordamos que tendríamos que ajustar nuestras actividades a este propósito. En el caso de él no había tanto conflicto, ya que tiene la facilidad de que, en ocasiones, puede trabajar desde la casa, pero entonces yo le propuse al Fondo Económico Mundial que creáramos un área de relaciones públicas, a fin de poder ver desde otra perspectiva qué sucedía con las actividades que realizábamos. Afortunadamente aceptaron mi propuesta y esto me permitió viajar menos, tener una vida más sedentaria, de tal manera que pudiera pasar más tiempo en familia.

• Es común que los padres asuman que los hijos requieren calidad, más que cantidad de tiempo, sin embargo, los niños exigen que se cubran ambos aspectos por igual, ¿cómo cubren estas necesidades?

Claudia: Es cierto, ellos piden las dos cosas por igual y lo que hemos hecho es que nos reservamos tres horas todos los días para dedicarlas íntegramente a nuestros hijos, Tamara de 7 meses de nacida y Joshua de 2 años, ése es su tiempo y lo disfrutamos al máximo. Además, cada semana nos sentamos los dos a analizar diversas situaciones familiares para ver en qué estamos fallando, cuáles aspectos estamos descuidando y nos abocamos a trabajar sobre ellos.

Es una forma racional de verlo, pero no hay más que "bajar el pay" y observarlo con atención, tenemos que cubrir muchos aspectos de nuestra vida, como cuidar a nuestros hijos, nuestra relación de pareja, trabajar, buscar esos momentos de distracción y entonces analizamos cuál de esas actividades nos está quitando más energía y trabajamos sobre esa área. Creo que el poder combinar la profesión y la familia es posible, pero es una historia de disciplina, organización, responsabilidad y elecciones.

Nadie pensaría que una pareja con una agenda saturada de actividades, podría aspirar a un desarrollo profesional pleno y a la vez, a una familia unida y sólida. Su logro es el resultado de una relación basada en la confianza y en el respeto, pero principalmente, en un amor que busca trascender más allá del éxito laboral y ambiciones personales, el objetivo que comparten Claudia y Nicolás, es que Joshua y Tamara crezcan con la mentalidad de que lo que parece imposible para muchos, "sí es posible" para otros.

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