3/6/15
Cuando los celos impiden la felicidad de la pareja 03-06-2015
Cuando los celos impiden la felicidad de la pareja
Es normal que en los primeros meses se busque una ‘exclusividad en la pareja’, donde ambas partes traten de estar juntos la mayor cantidad de tiempo posible, sin embargo, cuando este deseo llega a suprimir la libertad del otro, estamos ante un caso de celos obsesivos.
En esta situación ‘entendemos que la relación de pareja es casi una relación de propiedad’, indicó la doctora Lupe Maestre en Confidencias de RPP. En consecuencia, advirtió que lejos de ser un tema que ayude, puede terminar hastiando y hacer sentir que la unión no es producto de los ‘lazos de amor, sino cadenas’ que cada día van causando infelicidad.
¿Siempre son malos?
Si bien, los celos pueden llegar a ser obsesivos, hay casos en los que tienen un motivo fundamentado y se dan para proteger la relación.
* Celos racionales
Este tipo de circunstancia se da cuando se percibe que hay factores que podrían afectar la relación, como salir con amistades que promueven el libertinaje y la infidelidad.
Por ello, la doctora indicó que al estar en un compromiso, hay que tener en cuenta que esto implica la renuncia a ciertas conductas, pasatiempos o incluso amistades que permitan la supervivencia de la relación a través del tiempo. No obstante, esto no quiere decir que uno se vuelva esclavo del otro.
* Celos irracionales
En estos casos, no existe un motivo real de la persona, sino que todo es producto de la imaginación. El problema se encuentra en que se busca la posesión del otro al punto de suprimir la libertad individual.
Este tipo de celos necesita ser tratado por un especialista que, según la doctora Maestre, brinda resultados satisfactorios.
La libertad en la pareja
“El amor de pareja requiere de oxígeno, que ambas personas se distancien por momentos para ir a atender otros cariños, intereses y cosas que forman parte de la vida de uno y que luego, alimentado de estos, se vuelvan a reunir y puedan darle crecimiento al vínculo”, agregó la doctora.
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